jueves, 19 de noviembre de 2015

Cobijo un infierno dentro de los pliegues de mis piernas, 
En uno de ellos, hay voces suplicando clemencia, 
En el otro, un mar de sirenas carnívoras que mostrando sus preciosas tetas hacen que sucumbas en el carnal deseo; primero se acuestan contigo y luego te devoran como la viuda negra. 
Bajo la viralidad femenina sangran cada 28 días, 
Cuando el ciclo se convierte en biología, muerte y sacro pudor mortífero,
Llorarás para volver a beber de mi azufre y mis líquidos.

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